sábado, 18 de enero de 2014

El Rastro de Madrid

El domingo pasado fuí al Rastro con unos amigos a Madrid. Me encanta el bullicio de la gente, y la cantidad de cachibaches que puedes encontrar.

Como madrileña que soy me encanta conocer mi ciudad, pero el Rastro tiene un caracter que no lo encuentro en otros mercadillos de otras ciudades y siempre que puedo me escapo a pasear por él.

Me encanta pasear por los puestos, la plaza de antigüedades, el rincón extremeño con sus famosas tostas y justo en frente la tienda de ultramarinos de toda la vida donde tu mismo te preparas el bocadillo (escoges el tipo de pan, el fiambre que quieras echarle y si quieres te dan aceite y tomate, ¡toda una delicia!).

El Rastro es la oportunidad para ver todo tipo de tribus urbanas, mimos, pintores, músicos, etc.

Los puestos son muy variados, desde lo que solemos encontrar en cualquier rastrillo, hasta juguetes de hojalata, vinilos antiguos, cuadros, libros, muebles, etc. 
Encontré grandes maravillas que llevo buscando y de las cuales soy aficionada. Por un lado, me encantan los teléfonos de dial y por otro, las maletas y maletines antiguos (éstos que veís son de Living Retro).

Ya que mañana es domingo, aprovechar para ir, porque seguro que os sorprenderá. Eso sí, abstenerse gente que no les guste las aglomeraciones y nada de bolsos, lo justo y bien guardadito.

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